Un cambio de coloración llamativo de las mucosas de rosado a rojo, blanco o negro; así como el aparecimiento de úlceras recurrentes que demoran en sanar, ambas son señales de alarma que no deben pasarse por alto, síntomas que indican la necesidad de una consulta con el patólogo bucal.

La patología bucal permite identificar las causas, síntomas, desarrollo y tratamiento de las alteraciones y enfermedades localizadas en la región bucal, maxilo facial y órganos dentarios. Su campo de acción comprende la detección y tratamiento de lesiones crónicas (generalmente asintomáticas) y anomalías localizadas en tejidos blandos, glándulas salivales, elementos óseos y piezas dentarias.

Las complicaciones derivadas de la necrosis de la pulpa dental, enfermedades de la mucosa y huesos maxilares; así como diversas anomalías tales como nódulos, quistes y escoriaciones constituyen el eje básico de esta especialidad.

Los patólogos bucales estamos capacitados para abordar las enfermedades de distinta naturaleza tanto locales como las provenientes de otros procesos o padecimientos del paciente, integrando la información derivada de los métodos de diagnóstico clínico, imagenológico, histopatológico, bioquímico y molecular para conocer su diagnóstico, comportamiento y el fundamento terapéutico indicado a seguir, desde un enfoque multidisciplinario.

Algunas de nuestras actividades pueden ser:

• Diagnóstico citológico
• Diagnóstico macroscópico e histopatológico.
• Diagnóstico clínico
• Diagnóstico imagenológico
• Manejo quirúrgico de tejidos blandos con fines diagnósticos.
• Manejo farmacológico de enfermedades de naturaleza infecciosa y autoinmune.